El Siglo de Oro de la literatura española se manifiesta como el catálogo más acabado de autores geniales. Pero bajo la brillantez de la poesía, la severidad moral o los enredos dramáticos, la literatura barroca deja entrever un mundo oscuro, pesimista y desolado.
Tras el éxito teatral, Lope de Vega decide, casi al final de su vida, dejar a un lado los ingeniosos enredos de la escena y la fluidez de su verso claro expuesto en la perfección de los sonetos y romances.
"La Dorotea" es la expresión de este intento por poner al alcance del lector la personalidad del "Fénix de los ingenios". La acción en prosa ofrece aquí un panorama autobiográfico, en el que el autor despiega todo su saber literario y nos regala con una joya poética vinculada a la reflexión personal: "A mis soledades voy". Con esta obra singular cierra Lope una vida a medio camino entre lo literario y lo real, y vuelve la mirada hacia sí mismo, esto es: a la literatura. ( )