La literatura como juego. Propuestas de ensayo. Una perspectiva celeste, desde arriba, pero lejos de ser superflua, incisiva como la mirada de los halcones que aparecen en la novela.
Reflexiones sobre la guerra: su legalidad, su ritual. Sobre el conservacionismo y el reciclaje, entendido éste como damnatio memoriae, como un reciclaje de la Historia, sobre todo de la intrahistoria, lo que coadyuva a la reescritura de la Historia.
Ucronías imposibles, el juego del doble, identidades-relaciones engañosas,…; malabares que velan la retícula literaria sobre la que se asienta toda la novela. Una red mortuoria intrínseca a la vida porque “Es un error dar por hecho lo que fue contemplado”. ( )

Tres libros en los que se nos cuentan tres historias. La primera es la de un primer personaje que asiste a un congreso sobre redes en la isla de San Simón, antiguamente prisión en la que estuvo el pirata Drake, después lazareto y, ya en el siglo XX, campo de concentración durante la guerra civil. Tras esta estancia, el hombre vuelve a la isla para permanecer allí un mes solo, de forma clandestina.
En el segundo libro se nos cuenta la historia de Kurt, el cuarto astronauta que fue a la luna con Armstrong, Aldrin y Collins pero del que nadie tiene noticia porque, al ser el encargado de fotografiar y filmar a sus compañeros, él no aparece en ninguna imagen del acontecimiento.
Finalmente el tercer libro cuenta la historia de una mujer, presumiblemente relacionada con el personaje de la primera historia, que decide recorrer la costa Normanda a pie, para recorrer todos aquellos lugares en los que ocurrió el desembarco de los aliados durante la II Guerra Mundial.
Los tres acontecimientos a su vez se ven unidos por tres piedras angulares que recorren el libro, una frase del poeta gallego desaparecido, Carlos Oroza, "Es un error dar por hecho lo que fue contemplado", la referencia continua a la guerra, Guerra Civil, Vietnam, II GM, etc., y la presencia también constante de la ciencia y la religión como fuente de interpretación del mundo.
En todo caso, el autor deja patente en un momento de la narración que son las guerras las que nos unen, parafraseando a Ginsberg cuando dijo en su poema AULLIDO: «He visto las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura», que ahora seguro cambiaría por: «He visto a las mejores mentes de mi generación destruidas por Facebook».
El libro no deja un momento de descanso con esa forma que tiene Fernández Mallo de contar en la que el hilo se extiende en todas direcciones, en las que a veces las reflexiones son, en mi opinión, un poco rebuscadas y repetitivas, pero que en la mayoría de los casos nos llevan a buen puerto. Esos hilos forman figuras fractales de las que también el autor nos presenta en forma de digresión de la misma manera que encontramos a Stanley y Livingston, al físico belga George Lemaitre, la historia de los Cloisters en Nueva York, Dali o la presencia mucho más importante de García Lorca y de Sebald y sus anillos de Saturno.
La conclusión a la que llega finalmente nos retrotrae de nuevo al verso de Oroza, "Es un error dar por hecho lo que fue contemplado", lo que relativiza nuestra vida así como la muerte de los otros. Esa es la verdadera conexión entre tod@s nosotr@s. ( )