Un nuevo caso de la inspectora española que triunfa en Europa. Resignada, la inspectora Petra Delicado se ve obligada a ir de compras a un centro comercial. Entra en el lavabo, y, atónita, ve como una pequeña mano hace desaparecer su bolso. Tras descubrir que se trata de una niña, finalmente recupera su bolso con todo el dinero, el móvil y los documentos, pero sin algo esencial para una policía: su arma reglamentaria. Tras soportar las consabidas bromas de sus compañeros y tragarse la bronca de su jefe, Petra decide seguir la pista de la joven ladrona. Para ello contará con la colaboración de un único testigo, que resulta ser también una menor. Un temor acosa a Petra Delicado: ¿para qué se quedaría con una pistola alguien de tan temprana edad?. Petra conocerá, durante la investigación de este caso, a Marcos, un arquitecto por el que comienza a sentir más que una simple amistad y que le descubre un mundo tranquilo y burgués en el que la inspectora quiere probar suerte.

Alicia si ripete. E' pur vero che si legge una serie anche perchè ci si affeziona al protagonista, ma Pedra Delicado sembra avere ormai poco da dire.
Tuttavia, per una lettura veloce, senza impegno, sotto l'ombrellone può andare, perchè è sempre ben scritto ed ha un suo ritmo. Il giudizio modesto è dovuto al fatto che i gialli con protagonista la poliziotta di Barcellona e i suoi amici li ho letti tutti. ( )

El robo de la pistola de la inspectora Petra Delicado por una nina es el desencadenante de una investigacion que se centra en delitos cometidos por ninos y en otros que tienen a estos como victimas. El tema de la novela es muy duro y esto se refleja en el estado de animo de los investigadores que tienen dificultades para mantener el equilibrio en medio de delitos tan graves. Como contrapunto, la autora decide que sea la vida privada de los detectives la que les proporcione una cierta paz. La trama policiaca se resuelve de modo tragico, sin embargo la que tiene que ver con la vida sentimental de los investigadores tiene un sorprendente 'final feliz' que rompe los esquemas que la autora habia hecho seguir a los personajes en los otros libros de la serie. ( )

Primer caso que tengo delante de la famosa inspectora Petra Delicado, de Homicidios de Barcelona. A la inspectora una niña le roba la pistola mientras hace pis en un centro comercial. Buscando su arma, se ve metida en un tinglado de pederastia y pornografía infantil, junto con algunos asesinatos y algo de trata de blancas. La inspectora siente que eso (lo de los niños) es lo más abyecto en lo que puede caer un ser humano, y está a punto de dejar su profesión varias veces. Pero siempre hay algo que le anima. Puede ser su inefable compañero Garzón, sin cuyas peleas no puede trabajar a gusto, o bien un tipo del que se enamora (el padre de una niña testigo del robo, y por lo demás perfectamente ajeno al mundo policial), o bien que de vez en cuando algo parece encajar. Y son los sentimientos, no la racionalidad, lo que hace moverse la investigación. Cuando nadie quiere hablar, la exhibición de una fotografía de pornografía intantil hace reaccionar a una inmigrante, habitualmente muda para la policía; un rocoso mafioso profesional cede sólo cuando Delicado le tacha de inculto. Y, rodeándolo todo, una fiebre sentimental que se apodera de toda la comisaría, incluyendo una de sus jovenes policías, su compañero Garzón y la propia inspectora, y todos ellos terminan la novela felices casándose con sus respectivas parejas. Cuando todo falla, los sentimientos nos salvan de lo peor, incluso en medio de la mierda.

Estilísticamente, me ha gustado mucho el tono de la narración, mezclando las reflexiones y las tristezas con lo cómico o lo ligero, no en momentos sucesivos sino prácticamente todo a la vez. Y unos personajes absolutamente creibles, de los que uno cree poder toparse por la calle en cualquier momento. Magnífica. ( )

Resignada, la inspectora Petra Delicado se ve obligada a ir de compras a un centro comercial. Entra en el lavabo, y atónita, ve como una pequeña mano hace desaparecer su bolso. Tras descubrir que se trata de una niña, finalmente recupera su bolso con todo el dinero, el móvil y los documentos, pero sin algo esencial para una policía: su arma reglamentaria. Tras soportar las consabidas bromas de sus compañeros y tragarse la bronca de su jefe, Petra decide seguir la pista de la joven ladrona. Para ello contará con la colaboración de un único testigo, que resulta ser también una menor. Un temor acosa a Petra Delicado: ¿para uqé se quedaría con una pistola alguien de tan temprana edad? Petra conocerá, durante la investigación de este caso, a Marcos, un arquitecto por el que comienza a sentir más que una simple amistad y que le descubre un mundo tranquilo y burgués en el que la inspectora quiere probar suerte.