Este volumen de cuentos supuso un antes y un despuš en la narrativa de Concha Als?, se convirti ?en un reto de superacin? est?ica para ella, deudor del proceso de renovacin? formal iniciado por Luis Martn?-Santos en Tiempo de silencio, de la narrativa de Kafka, y tambi?, por qu ?no, del emergente realismo mg?ico. Concha Als? podra? haber sido miembro de pleno derecho de la denominada generacin? del medio siglo, acompa?ndo a autoras como Carmen Laforet, Ana Mara? Matute o Carmen Martn? Gaite, pero teji ?su camino al margen de generaciones, corrientes, de ilustres exiliados en una Barcelona cosmopolita que no era la suya. Marc ?sus tiempos y eligi,? sin influencia de modas ni c?ones, cu?do haba? llegado el momento de hacer hablar a sus protagonistas, de dar paso a la fantasa?, eje central de Rey de gatos. En estos relatos, con una fuerte carga psicoanalt?ica y una prosa envolvente, casi psicod?ica, conviven "fantasmas y diablos ocultos de la subconsciencia", y se proporciona una perspectiva nueva e inquietante de la realidad de la mujer, vista desde dentro, no desde fuera. Gracias a la experimentacin?, el mensaje se potencia. Se recrudece la crt?ica al patriarcado, el erotismo se multiplica, se contrasta el pasado con un futuro que no llega. Als? logra que dialoguen las dos personalidades presentes en sus protagonistas, la "bestia" y la sumisa. Deseaba que cada mujer pudiera ver ms? all ?de su peque? isla y decidir, por s ?sola, si se aventuraba a salir de ella. El olvido de esta autora en el mundo editorial espa?l es flagrante, ms? an? si tenemos en cuenta que autoras que en la actualidad gozan merecidamente del favor del pb?lico y la crt?ica como Mariana Enrq?uez o Angela Carter, se mueven en similares coordenadas estils?ticas y temt?icas que la propia Concha Als?, quien sufri ?el desd? de la crt?ica y la purga de la censura, pues se atrevi ?a dar voz a quienes por entonces estaban silenciados.