Unha moi agradable descuberta. Unha novela ben escrita feita para facer pensar. ( )

Unha moi agradable descuberta. Unha novela ben escrita feita para facer pensar. ( )

Una profesora de instituto espera en su casa a que el repartidor del supermercado le traiga la compra. El repartidor se retrasa y ella se marcha. Horas después encuentra que le han dejado la compra a unos vecinos y se han estropeado los productos congelados. Llama al supermercado para quejarse. Al día siguiente, la profesora aún no se ha quitado la camiseta de dormir cuando llaman al timbre; es el repartidor del supermercado, un hombre de Ecuador. El hombre le dice que por causa de su llamada telefónica le han despedido. La profesora lamenta el incidente, pero el hombre insiste: ella es responsable de su despido, debe encontrarle otro empleo. A partir de ese momento, la vida de la profesora se ve afectada, y con ella, la vida de su familia.

Plegats podem canviar el món? Aquesta novel·la no deixa indiferent. Els seus múltiples personatges ens demostren que no hi ha res definitiu, que tots els nostres actes compten i que les persones "no acabem en nosaltres mateixes", formem part d'una col·lectivitat. Cada reflexió d'aquest llibre ens interroga individualment: ens incita a pensar, a prendre partit, a actuar, a no apartar la mirada, a sortir de la nostra comoditat, del nostre silenci i de voler passar desapercebuts i quedar-nos tranquils en la nostra rutina. És un cant a la col·lectivitat, a la seva força: "Madurar quizá consista en comprender que no es una quien ha de poner la firma al cuadro o cerrar el local y apagar la luz. Y ahora que sé que hay cosas que no voy a terminar nunca, rompo el reloj de arena y mi arena no es mía sino parte de una playa." ( )

Elegido el libro por ser uno de los finalistas este año del premio Salambó, ha resultado una gran sorpresa.
Es un tipo de narrativa que no acostumbro a elegir, y por tanto a leer. Me ha gustado mucho la estructura, el planteamiento, el final... vaya, supongo que todo. ( )