Se supone que es un compendio de lo que se sabe sobre la historia medieval vasca, al menos según la perspectiva de la Universidad del País Vasco, a la que concederemos la categoría de oráculo. Un primer capítulo sobre la más alta Edad Media y, de paso, la arqueología medieval, bastante interesante sobre todo por sus reflexiones sobre cómo cambia la interpretación de las cosas de un año para otro. El segundo capítulo se dedica a las fuentes cronísticas, muy curioso. Le sigue uno sobre historia política, muy útil, y otro sobre historia institucional, mucho más esclarecedor de lo que pudiera parecer. Después, el "núcleo duro" del libro, formado por varios capítulos sobre economía y sociedad rural y urbana, para terminar con un capítulo sobre cultura, vida cotidiana y arte. Este último aspecto debería haber sido tratado con más profundidad, porque se nos queda corto.

En fin, el caso es que estos historiadores transmiten la idea de que lo que hoy conocemos como País Vasco nunca ha sido independiente, en el sentido que hoy le damos al término, pero sí ha mantenido unas peculiaridades muy específicas. Lo que, traducido a hoy, significa una santificación del sistema político actual. Por lo demás, afirmar que los orígenes de la configuración de un territorio europeo está en la Edad Media no es ninguna originalidad; pasa en todas partes, desde Laponia hasta Sicilia. Interesante, ilustrativo y previsible. ( )