Todos sabemos que los besitos de mamá curan… Pero, ¿qué pasa cuando son los abuelos quienes necesitan esos besitos? Ana Bergua y Carme Sala nos explican que hay besitos milagrosos.
El libro pretende fomentar el respeto hacia las personas mayores y ayudar a los más pequeños a ver el envejecimiento y los procesos de deterioro mental asociados como algo natural y, a menudo, inevitable. Además de exponer algunas acciones recomendadas para estimular la memoria, las autoras proponen un remedio infalible para apaciguar los procesos degenerativos: amor, ternura y muchos besitos.

Al principio a la protagonista de este cuento no le hizo gracia que la abuela se viniera a vivir a casa. Le tocó dejarle su habitación e irse a dormir con su hermana. Así, empezaron a compartir el día a día. La abuela necesita carteles y fotos para acordarse de las cosas, porque se está quedando sin memoria, y hay que ayudarla a recordar. También hay que inventar trucos para que no salga a la calle sola, o para que se ponga la ropa que toca, y no salga con abrigo en verano ni chanclas en invierno. Pero sobre todo, hay que darle mucho cariño.