Es exactamente lo que dice el título. No estoy seguro de que haya existido auténtica coordinación, porque algunos aspectos parecen muy tratados, incluso repetitivos (sobre todo las cuestiones más filosóficas), y otros bastante poco. Abundan los profesores vinculados con el Opus, especialmente de la Universidad de Navarra, aunque no solo. Lo más curioso es que ya en 1987 se encuentran auténticos fundamentalistas del liberalismo, que hacen a la encíclica decir lo que no quiere decir con tal de atacar cualquier atisbo de defensa de lo público, identificado con el comunismo estalinista. Pero otros autores son mucho más moderados, incluso algunos levemente inclinados hacia lo que veníamos denominando "izquierda" (que hoy ya nadie reconoce como tal). En fin, que a veces me han sorprendido con reflexiones muy interesantes, en especial sobre la centralidad moral de los derechos laborales, otras veces me he indignado y muchas me he aburrido. ( )