Montpelier, 1748: Jean-Louis Fargeon nace en una familia de perfumistas y pronto se convierte en aprendiz de la modesta perfumería de su padre. Pero sueña con la resplandeciente corte de Versalles y con convertirse en perfumista de la joven reina, María Antonieta. Su ambición lo lleva a París, donde su boutique se convirtió en una de las más elegantes y frecuentadas de Francia. Elaborando suntuosos perfumes y pomadas para la mayoría de la nobleza francesa, Fargeon finalmente llamó la atención de la reina. Después de conocer a María Antonieta en el Trianon Palace, comenzó a crear lujosos aromas personalizados que reflejaban su estado de ánimo y personalidad. Se desempeñó como su perfumista personal y exclusivo durante catorce años hasta 1789, cuando la oscuridad de la Revolución se extendió por Francia, con su ira dirigida a la extravagancia de una reina ahora odiada.

Hijo de la Ilustración, nacido en Montpellier en 1748, Fargeon soñaba con el sol de Versalles y el boato de la corte. Los conocía sólo a través de la lectura del pormenorizado relato que circuló sobre la llegada a Francia de la archiduquesa María Antonieta de Austria, luego de su casamiento con Luis, delfín del reino de Francia. En Montpellier, capital de la perfumería francesa, Fargeon adquirió su habilidad; en París, la transformó en arte. Instalada en la calle de Roule, la tienda se convirtió en el templo de los elegantes y su laboratorio, en el refugio de eruditos y curiosos.

La tienda fue solo una etapa: el perfumista pensaba en Versalles. Podía contar con Madame Du Barry -su clienta- y debía desconfiar de los terribles celos de María Antonieta hacia la favorita. Sin embargo, él logró ver a la joven reina en su Trianón, y le preparó los aromas que más la complacían, adaptados a su gusto y a sus estados de ánimo.

Perfumista de María Antonieta, Fargeon también lo fue de los Hijos de Francia hasta el estallido de la tormenta de 1789. A pesar de ser republicano, siguió unido a la familia real hasta la fuga a Varennes, hasta la prisión en el Temple y hasta su propio proceso.

El perfumista de María Antonieta cuenta la exuberancia y derroche de la corte francesa antes de su caída; narra la historia de la perfumería y de otros oficios -como la guantería o la sombrerería- y la inquietante trayectoria de un hombre de oficio progresista, testigo y actor de una época convulsionada y fascinante.

An interesting companion to Fraser's "Marie Antoinette" or "Perfume: Story of a Murderer." My problem was that the scope wasn't really big enough--the details of perfume-making and even the political context were well done, but it would have been nice to hear about the other perfumers as rivals and supporting players. All in all, a surprisingly slight book.