La historia de la bella ciudad donostiarra tiene un punto claro de inicio: su saqueo en 1813. Allí la ciudad quedó prácticamente arrasada y, sobre todo, su archivo destruido. De todo lo anterior hay que hablar por documentos ajenos, lo que condiciona mucho cualquier investigación. pero el cronista oficial y su hijo no necesitan hacer investigación para lo que les han pedido: un resumen breve, sencillito y sin meterse en dibujos. Cualquier atisbo de temas delicados o simple controversia queda aparcado por el sistema de no mencionarlo. ETA no ha existido y a España no se le puede nombrar. Con eso, hacemos un librito para turistas (por eso lo tengo yo, claro) y no removemos la mierda, que luego huele mal. Aséptico, amable y facilito. ( )